FOREVER YOUNG CAPITULO 2

-Narra Leyre-
¡No me lo creía! Por que ahora que me iba a Londres y además había acabado secundaria en un colegio en el que no había bachillerato de arte, por lo cual no volvería a él... Era el momento de decir unas cuantas cosas a esas personas que me habían jodido curso tras curso...
Yo: Esto, Silvia. ¿Te vienes a despedirnos una ultima vez?
Silvia: Erm… ¿Otra vez? Claro… (Lo dijo un tanto desconcertada).

Me acerqué a ese grupito de gente que se cree lo suficientemente importante como para criticar a los demás por sus gustos, y sin ningún complejo empecé a gritarles lo que esperaba decirles hacia años.
Yo: Ey, majos!! Un par de cosas: MIRADME BIEN MUGGLES DE MIERDA, ME HABEIS HECHO PASARLO MAL DURANTE VARIOS AÑOS, Y QUIERO QUE SEPAIS QUE NO VALÉIS NADA, QUE OS DEJÁIS LLEVAR POR EL GRUPO EN VEZ DE SER LIBRES, QUE ES LO QUE SOY YO Y POR LO QUE ME LLAMÁIS INMADURA.
Silvia: NUNCA HABÉIS TENIDO DERECHO A JUDARNOS POR NUESTROS GUSTOS, Y MENOS VOSOTROS, QUE NO TENEIS PERSONALIDAD. (Se notaba que deseaba decirles eso tanto como yo).
Yo: AHH, POR CIERTO, JUSTIN Y ONE DIRECTION TIENEN TANTO DE INFANTILES, GAYS Y MALOS CANTANTES COMO VOSOTROS DE INTELIGENTES, ¡NADA!
Silvia: Like a boss (y chocó los cinco conmigo).
Se nos quedaron todo el grupo mirando, y no se atrevieron a decir nada.
Silvia: Déjales, están visualmente limitados. Me dais pena. (Dijo antes de irse)

Y nos fuimos de compras, después a nuestras casas. En los siguientes dos días preparamos todo el viaje!!
- Narra Silvia-
Cuando dijimos todo aquello por fin nos desahogamos. Llevábamos años queriendo decirlo, la diferencia es que después del verano a mí me tocará volver a verles. Y aunque me había sentido bien, tenía una lucha interna, porque al que mirábamos al decirlo todo, el cual más daño nos ha hecho a ambas, es el chico que lleva 2 años gustándome. Pero el tiene novia, Lara, una de su grupo… Una chica popular, para nada loca como yo, con los mismos gustos de él… Todo lo contrario a mi, lo que la hacía muy repelente.

Ya era Lunes por la mañana, eran las seis y había quedado con Leyre en la puerta del aeropuerto. Una vez allí facturamos las dos maletas bien grandes que llevábamos cada una, después fuimos hasta los controles dónde nos despedimos de nuestros padres.

Yo: Adiós papa, adiós mama. Os echare de menos. ¡Os quiero mucho!
Mi madre: Y nosotros a ti, te queremos más. Acuérdate de llamar cada día ¿eh? Y no hables ni vayas con extraños, y abrígate ó cogerás frío vale?
Yo: siiiii… mamaaaa… (Decía todo el rato sin prestar mucha atención)
Mi padre: Te echaremos de menos, ya sabes, para lo que quieras llámanos, cuando quieras.
A la vez los padres de Leyre dijeron un discurso parecido al que le añadieron el típico: “pórtate bien, no molestes….”.
Llegamos a la puerta de embarque, y por fin embarcamos, una vez en el avión nos dio por pensar en todo lo que dejábamos en Madrid y básicamente lloramos un rato.